La Casa de la Cultura, un homenaje al poeta Ernesto Luis Rodríguez

Casa de la Cultura Ernesto Luis Rodriguez Zaraza

Ernesto Luis Rodríguez, hijo de Ernesto Rodríguez Arroyo y Domitila Morales de Rodríguez, nació en Zaraza el 29 de febrero de 1916. 

La Casa de la Cultura fue fundada el 22 de noviembre de 1965, como un homenaje al poeta, hijo ilustre de Zaraza, Ernesto Luis Rodríguez.

Durante sus primeros años la institución cultural funcionó en la Casa del Ganadero, ubicada frente a la plaza Bolívar. Para la época era recurrente ver a los niños pintando y bailando joropo bajo los frondosos árboles de la plaza, como parte de los primeros talleres de arte impartidos.

Para entonces, Ernesto Luis Rodríguez, con 49 años, ya se había consagrado como uno de los poetas más importantes de Venezuela, con varias publicaciones: “Agraz” (1936), “Cantares de Tierra Llana” (1938); “Pasitrote” (1948), “El Color de entonces” (1957) y “Arriero” (1960). También había compuesto el Himno de la Juventud (1945) y el de la Universidad de Carabobo (1959).

Una nueva sede

El lugar donde se encuentra la Casa de la Cultura, en la calle Las Flores con El Carmen, fue descrito en 1957 por el cronista zaraceño Gustavo Chacín como «un solar desnudo y lleno de malezas», conocido para entonces como la plaza El Carmen, que albergaba la actual cancha techada y la cruz del Carmen que actualmente yace en una capilla, en la calle Troconis.

Precisamente en el lugar donde se encuentra la Casa de la Cultura había, para principios de los años 60, un pequeño parque infantil, de acuerdo a las investigaciones de Henry Agobian Viettri, publicadas en su blog de historia.

En 1973 se había terminado la nueva sede de la Casa de la Cultura, un edificio de tres pisos que, entre 1975 y 1978, albergó en su segunda planta, la primera sede de la biblioteca pública de Zaraza.

Las fachadas de la Casa de la Cultura y la biblioteca pública Elsa Sánchez Risso en 2007.

La sede fue muy pronto utilizada para realizar actos culturales, entre ellos los organizados por la Coral Zaraza de Doña Pepina.

La organización también abrió sus puertas para dictar cursos de tambor, maracas, cuatro, arpa, danza, entre otras manifestaciones culturales. Tiempo más tarde se añadieron clases de karate y tejido de chinchorro. Por allá, por el año 2007, se hacía bailoterapia todas las tardes.

En 2017 fue declarada patrimonio cultural durante la celebración de los 164 años de la fundación del pueblo.

Con información de artículo original publicado en infozaraza en 2008.