Tierra de poetas

La pluma de hombres y mujeres zaraceños ha marcado la historia de la poesía local, regional y nacional. Algunos de los poetas más reconocidos del país nacieron y vivieron en Zaraza dejando una invaluable obra con sus coplas.

«El movimiento literario en Zaraza tiene una trayectoria digna», escribió De Armas Chitty en su obra sobre Zaraza en 1949. Entre los poetas destaca a Rodolfo Moleiro a quien describe como «el más vigoroso de los poetas zaraceños (…) que siente la poesía como angustia constante».

Rodolfo Moleiro nació en Zaraza el 4 de septiembre de 1898 y murió en Caracas el 4 de marzo de 1970. Fue consultor jurídico del Ministerio del Trabajo, en 1936, y cónsul de Venezuela en San Francisco, Estados Unidos, en 1942. Sus padres fueron Rodolfo Moleiro y Petra Sánchez Ron.

Cursó estudios primarios y secundarios en el colegio San Gabriel de Zaraza, mientras que el bachillerato lo culminó en el liceo San José de Los Teques. Era hermano del afamado compositor y pianista Moisés Moleiro.

La huella imborrable de los Moleiro en Zaraza, Venezuela y el mundo

Zaraza fue la cuna de los hermanos Moleiro Sánchez, unos de los representantes más significativos de las Bellas Artes en Venezuela durante los siglos XIX y XX.

Comenzó su actividad literaria, en 1914, siendo estudiante de derecho en la Universidad Central de Venezuela. Moleiro es considerado miembro de la «Generación de 1918», junto con Andrés Eloy Blanco, Jacinto Fombona, Fernando Paz Castillo, Enrique Planchart, Luis Barrios Cruz y otro zaraceño, Pedro Sotillo Correa.

En el ámbito político, Pedro Sotillo acompañó al presidente Isaías Medina Angarita en su gira por los países bolivarianos, en 1943) y fue Embajador extraordinario y plenipotenciario en la misión especial de Venezuela ante el gobierno de Colombia para la transmisión del mando en 1950.

Correa nació en San José de Unare en el año 1902. Hijo del maestro zaraceño Antonio José Sotillo y de Doña Eugenia Correa. Fue poeta, escritor y periodista.

Se inició en actividades literarias siendo adolescente. Sus primeros poemas, artículos y cuentos comenzaron a publicarse a partir de 1921.

Entre sus trabajos literarios destacan “Andanza” (1939) y “La calle de los caminos” (1952); además de dos de sus más famosos cuentos «¡Viva Santos Lobo!» (1933) y “Los caminos nocturnos”(1956).

En 1935 fundó junto a Arturo Uslar Pietri la revista literaria “El Ingenioso Hidalgo” y, entre 1936 y 1943, dirigió el diario El Universal, en Caracas.

«Pedro Sotillo recoge la tradición humanística de su padre, el educador Antonio José Sotillo, quien no tuvo más tesoro que su cultura. La voz de Pedro Sotillo tiene calor de alero, de cosa íntima, saudosa (…) La naturaleza, en la poesía de Sotillo, se une al hombre en su angustia. Selva, río, llano, pueblo, sentimiento, son una sola voz en el verso que se duele».

José Antonio de Armas Chitty, «Zaraza, biografía de un pueblo» (1949)

Ernesto Luis Rodríguez, fue declarado hijo Ilustre del municipio Pedro Zaraza y, en su honor, llamaron la Casa de la Cultura.
Ernesto Luis Rodríguez, fue declarado hijo Ilustre del municipio Pedro Zaraza y, en su honor, llamaron la Casa de la Cultura.

Ernesto Luis Rodríguez, hijo de Ernesto Rodríguez Arroyo y Domitila Morales de Rodríguez, nació en Zaraza el 29 de febrero de 1916. Con tan solo 13 años, tuvo que dejar sus estudios debido a la difícil situación económica que atravesaba su familia, y se fue a vivir a Caracas.

Sus primeros trabajos literarios fueron publicados en Valle de la Pascua en el periódico “Pimienta” de Rafael Vargas. De regreso a Zaraza, colaboró en el periódico El Unare. Más tarde escribió para importantes medios impresos como Fantoches, La Verdad, Elite, 2001, El Mundo, El Heraldo, El Universal, El Camaleón, El Nacional y otros periódicos de alcance nacional.

Ernesto Luis Rodríguez, fue declarado hijo Ilustre del municipio Pedro Zaraza y, en su honor, llamaron la Casa de la Cultura.

Una de las coplas más famosas del poeta fue dedicada a Zaraza:

 “En la llanura que un día
 fue plenitud de mi raza,
 no hay tierra como la mía,
 no hay pueblo como Zaraza” 

Entre sus obras destacan: “Agraz”, publicada en 1936, “Cantares de Tierra Llana” (1938); “Pasitrote” (1948), “El Color de Entonces” (1957); “Arriero” (1960); “Arriba Capitán”, (1971); “Ernesto Luis Rodríguez y sus poemas, Obras Completas” (1971); “Tiempo de volver” (1982); “La copla infinita” (1961), “Desde el Olvido” (1995), entre otras.

Es el autor de los himnos de la Universidad de Carabobo (1959), la Universidad Metropolitana (1995), la Universidad de Guayana (1990), la Fuerza Aérea Venezolana (1981); Escuela de Aviación Militar (1981). También fue el autor del Himno de la Juventud – Batalla de La Victoria (1945); Canto al Río Orinoco y Lago de Maracaibo (1943).

También destaca su copla «Rosalinda»:

 Me voy con la tarde linda
 redordando a la mulata.
 Un soplo de brisa ingrata
 de la copla se me guinda...
 ¡Se llamaba Rosalinda!...
 Un romance del jagüey,
 que en este llano sin ley
 se prendó de mis corríos,
 y entre amores y amoríos
 me la robé de un caney.

Otros poetas reconocidos

Oscarina Carrizales nació en 1905 en Zaraza, lugar donde muere en 1942. Sus padres fueron Don Ramón Carrizales y Doña Josefa Rodríguez de Carrizales. Sus poemas fueron publicados en los primeros periódicos de Zaraza.

José Salvador Rodríguez Malaspina, nació en Zaraza el 19 de julio de 1931 en el hogar constituido por sus padres Jerónimo Rodríguez Moleiro y Luisa Malaspina Mugno de Rodríguez. Sus estudios iniciales y secundarios los realizó entre la ciudad de Caracas y su pueblo natal. Estudió en el antiguo liceo Bompland. Su interés hacia la escritura se vio reflejado desde temprana edad cuando comenzó a sentir atracción por la historia, el periodismo y la poesía.

No pueden dejar de mencionarse a Marcos Ríos y Fran Rojas.

«La época de oro» de los músicos zaraceños (1909-1940)

El 11 de abril de 1909 se realizó la primera «retreta» de la banda en la que participaba Telmo Almada y Luis Ramón Carrizales, quien era conocido por su buena interpretación del clarinete. Ambos dirigieron posteriormente la Banda Municipal.