Aproximación a la obra: Zaraza, biografía de un pueblo de J.A. De Armas Chitty

Escrito por Felipe Hernández

Hernández es profesor titular de la Universidad Nacional Experimental Simon Rodríguez. El siguiente es el texto íntegro de su ponencia en el Encuentro de Cronistas de Guárico, realizado en Zaraza en 2009.

El pasado 30 de noviembre de 2008 se cumplieron cien años del natalicio de José Antonio De Armas Chitty, (Caracas, 30.11.1908 / +06.10.1995), el historiador más prolífico de la historiografía regional guariqueña. Su extensa obra histórica y cultural le convierten junto al doctor Adolfo Rodríguez, en uno de los intelectuales que a través del legado de su extensa obra literaria e investigativa más ha contribuido a la reconstrucción del devenir histórico de nuestro estado Guárico.

Su obra general es un muestrario del profundo conocimiento de la historia económica, política, social y cultural de Venezuela, y especialmente del Guárico, lo que indudablemente le facilitó realizar un trabajo de artesano, que está expuesto de manera magistral en los dos tomos de su monumental Historia del Guárico(1532-1800) y (1807-1974) respectivamente. Obra que publicó la Universidad Rómulo Gallegos en el año 1978. Hace treinta años, que se cumplieron en febrero pasado. No siendo superada a la fecha con otra igual o mayor sobre el devenir de nuestra entidad total.

En esta oportunidad, considerando que el objetivo central de este I Encuentro de Geohistoria de Zaraza, es abordar temas referidos al “devenir histórico de la comunidad zaraceña”, he creído conveniente reflexionar un poco sobre la obra que José Antonio De Armas Chitty escribió sobre la historia de este pueblo, titulada: ZARAZA. BIOGRAFÍA DE UN PUEBLO, cuya primera publicación la hicieron de manera conjunta el Departamento de Investigaciones Históricas; el Instituto de Antropología y Geografía, y la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Venezuela, en la Editorial Ávila Gráfica de Caracas, en el año 1949.

Esa primera publicación salió a la luz el 30 de diciembre del año 1949. De eso están próximos a cumplirse 60 años.

En la obra se expone con certeza el pensamiento y la acción teórica y práctica del historiador, pero también, por extensión, la comprensión del entorno, del “aire” y cuadro histórico de cada época: desde el período prehispánico y colonial hasta la cuarta década del siglo XX; lo que permite demostrar, que J. A. De Armas Chitty tenía como credencial de mérito para su estudio, el conocimiento del pensamiento histórico y de la historiografía sobre el Guárico, desde la etapa colonial en el siglo XVIII, hasta la republicana desde el siglo XIX, hasta la cuarta década del siglo XX, con todos sus matices y singularidades.

Esta excelencia intelectual, es una de las virtudes de la generación venezolana de los años cuarenta, a la que perteneció De Armas Chitty, que no hizo tabula rasa con las contribuciones intelectuales de las anteriores generaciones, sino que por el contrario, las incorporó críticamente a su quehacer, y trazó su propio rumbo, en este caso, encausado hacia la historia regional y local, que convierte al autor en pionero de los estudios de historia regional en el Guárico.La obra está escrita aplicando el criterio de totalidad, en un lenguaje llano y sencillo, que es una característica común en sus múltiples ensayos, crónicas y poesías. Recogida en libros, revistas y periódicos de nuestro país.

El libro ZARAZA. BIOGRAFÍA DE UN PUEBLO, consta de 279 páginas y abarca una etapa que va desde 1778 hasta el año 1948, de historia del Unare y el Guárico Oriental. Período equivalente a 170 años.

Expone el autor, que “Cuando los españoles llegan a la región de Chaguaramal del Batey encuentran pocos indios. Casi todos se han acogido al cobijo de la selva Tamanaco. Hasta allí les ha llevado la violencia con que combatieron por tres siglos”.

Luego señala:

“En la primera etapa de la conquista, sus abuelos lanzaron al español de las tierras de Guaribe y Píritu, de Güere y Altamira. Después que Urpín destruye las salinas del Neverí y los manglares del bajo Unare desaparecen ante el fuego, el indio entra en la selva. Era el lugar abrigado que le quedaba. Atrás deja su mar, sus dioses y sus pueblos”.

Refiere el historiador que el indio que vive fuera de la selva se halla en condiciones distintas… la transición sufrida con la presencia del hispano es un vago recuerdo. “El llanero de la hora en que colonizan esta región del alto llano –segunda mitad del siglo XVIII- es tan salvaje como el producto de los primeros cruces. Nómada siempre, no cambian sus condiciones psicológicas la alteración sufrida con el aporte de nuevas sangres. La célula india se funde con la hispana y surge el mestizo con un aliento que margina la apatía con que han querido mirarle. El dueño del hato también lo es de vidas…”

Agregando luego: Por las noticias de que se disponen… parece que no fueron muchos los negros que contribuyeron a elaborar la pasta heroica del nuevo tipo humano”. La geografía de la sangre es múltiple. El medio, como en las horas cruciales de formación del núcleo humano, impone su influencia en forma decisiva. “Para 1778, cuando se inicia en firme Chaguaramal, Carlos Vargas Machuca, el hombre más rico del lugar, tenía 27 esclavos”.

En la obra es revisada de manera minuciosa por De Armas Chitty la colonización del alto llano, para su comprensión parte de la fundación de San Sebastián de los Reyes en 1585, de la llegada de las primeras reses el establecimiento de los hatos, y el surgimiento de los llamados pueblos células.

En ese sentido, expone:

“El incremento de los rebaños estimula. Al sur de San Sebastián bullen los hatos para 1646. Un siglo después asombra como se multiplican las reses. La Piragua, El Cabrito, Santa Juana, La Hogaza, Palacios, La Barrosa, El Peñón y Belén, aparecen ante la historia del brazo de hombres como Castillo, Ascanio, Herrera, Ramírez y Silva. Cerca de Unare surge Chaguaramal del Batey. No lejos de Santa María de Ipire, Banco de Ipire era asiento de Pedro Hernández. A inmediaciones de Tucupido se hallaba San Simón, de Carlos Vargas Machuca”.

Como iniciador del poblado reseña a Don Carlos del Peral, a quien imagina de figura recia y noble, de él dice:“En sus actos siempre priva el deseo de ser útil a todos. Terco y paciente, funda a orillas de Unare el hato de Chaguaramal del Batey. La cría de ganados ha probado ser fuente de riqueza. Don Carlos se dedica a su modo a los rebaños. Pone las reses bajo la advocación de un santo, y agua y sol realizan el milagro… Al llano la ha llevado la res y a la res dedica todo. El confía en que el santo cuidará el ganado. Su persona es centro de aquella vida patriarcal”.  “…Entre palmas benditas, severo en su marco de fuego, la espada en la diestra y el pie sobre la cabeza del monstruo, aparece San Miguel, patrono de Chaguaramal…”. La hoy Zaraza. Así continúa Armas Chitty, a lo largo del libro, desgajando el devenir de la hoy pujante ciudad. Para ello divide su historia en tres partes.

La primera, titulada: Las Raíces, que consta de cinco capítulos: I.- Escenario y hombre. II.- En el principio es la res. III.- Chaguaramal del Batey. IV.- Biografía de una selva sitiada; y V.- Aguas, linderos e intrigas. La segunda parte, se titula: El pueblo. También con cinco capítulos: VI.- Chaguaramal de Perales.VII.- Celo oficial y mercado de oriente. VIII.- Tres perfiles. IX.- Tierras realengas y ejidos; y X.- Chaguaramal a Caballo.La tercera parte, corresponde a las Nuevas Culturas: que está conformada por cuatro capítulos, titulados: XI.- Zaraza, XII.- El clima de sombra, XIII.- Zaraza y el periodismo; y XIV.- Economía y realidad. Como se puede ver, 14 capítulos con sus apéndices, gráficos, croquis, mapas, fotos y bibliografía.

En el volumen se estudia la historia colonial de los antiguos llanos de Caracas en la parte correspondiente al llamado oriente del Guárico, apoyado en documentos de archivos de Venezuela y España, a través de las vertientes de su geografía, economía, poblamiento y formación social, política y administrativa. Así como la formación del tipo humano que aquí surgió y la intervención de diversos mestizajes, entre ellos el hispano, mezclado primero con el indio y después aunque muy escasamente con el negro.También se analiza la intervención de los curas, los milites, censos de población, ejidos, tenencia de la tierra, migraciones, sanidad, educación, periodismo, agricultura, ganadería, y petróleo.

Como se puede deducir, la obra tuvo como propósito, contribuir a la comprensión, debate y búsqueda de alternativas para la superación de las deficiencias existentes hasta ese entonces de un conocimiento crítico y objetivo del devenir histórico de Zaraza. Centrando su atención en el análisis de los procesos y dinámicas que se dan en este territorio y en sus complejas relaciones con el entorno local, regional y nacional.La publicación se apoya fundamentalmente en fuentes de primera mano, representadas por documentos y memorias de archivos de Venezuela y España, y en información escrita por un selecto conjunto de estudiosos e investigadores nacionales e internacionales, quienes ofrecen una riqueza analítica, que permitió que el autor escribiera esta singular obra, para avanzar en la comprensión de la Historia General del Guárico, desde la perspectiva nacional, regional y local, de lo que somos y de lo que hemos sido como pueblo. Incorporando este pedazo de suelo llanero, desde lo local, a la historia regional y nacional y consecuencialmente, junto con ello, los movimientos de distinto tenor y signo desencadenados en su devenir. Reafirmando la existencia y el orgullo por lo autóctono, sensibilizando sobre la moral histórica y el arraigamiento de la conciencia en las entrañas de su paisaje, que viene a ser, lo que Pedro Díaz Seijas llama en sus Crónicas del Guárico (1989), La Guariqueñidad.

En otro sentido, El libro ZARAZA. BIOGRAFÍA DE UN PUEBLO de J. A. DE ARMAS CHITTY, es el aporte de su transitar por una ciencia que está en continuo proceso de construcción y revalorización, siempre sometida a nuevas discusiones desde el punto de vista epistemológico, donde los viejos y nuevos paradigmas se entrecruzan. Precisamente es así como el autor enfoca su obra. Sus páginas constituyen una propuesta, en la cual trata de no caer en un historicismo exacerbado ni en una historia historizante, es decir, con un carácter lineal o cronológico o en una simple narración de los hechos del pasado; tal como lo manifestaba el historiador Federico Brito Figueroa, “la historia debe ir más allá, porque es el estudio del hombre en todas sus manifestaciones, pues es él, el protagonista principal”.

De acuerdo a lo planteado, la misma está escrita con rigurosidad científica, conformando un discurso coherente y lógico, enmarcado bajo el principio de globalidad, estableciendo las relaciones e interconexiones de los hechos, procesos y fenómenos históricos desde lo político, lo económico y lo socio-cultural de lo que ha sido Zaraza, lo que le permite dar a la historia una relevancia como ciencia social o ciencia de los hombres en el tiempo como la define el maestro Marc Bloch.

Desde la concepción metodológica, no sólo se vale de la heurística, la hermenéutica y la exégesis, procesos que llevan al autor a la comprensión, análisis e interpretación de los hechos históricos, a su vez aplica el método y los métodos que se requieren para darle coherencia y validez científica a la obra, valiéndose de la regresividad histórica, partiendo del presente – pasado – presente; es decir, la retrospectividad histórica vista desde el presente, que permite percibir las transformaciones o cambios ocurridos en el devenir histórico, también se observa la aplicación del método comparativo, estableciendo las relaciones y comparaciones de procesos u hechos que aún siendo simultáneos en el tiempo, presentan características diferentes en el orden local, regional, nacional y global; así mismo se aprecia el manejo de categorías (hatos, relaciones de producción, pueblos, villas y ciudades, límite temporal, migraciones, grupos sociales, memoria colectiva), con lo cual le da cuerpo al trabajo investigativo y un carácter científico y social al objeto de estudio.

De allí que se pueda afirmar, que De Armas Chitty al escribir esta obra, se propuso, tal como lo señala Marc Bloch, realizar un estudio sobre el terreno, valiéndose de diversas fuentes ya sean documentales, bibliográficas, hemerográficas, las ciencias estadísticas e incluso de la oralidad y las formas de pensar y de sentir del pueblo, las tradiciones, la simbología religiosa, es decir, se introduce en la memoria colectiva y en su cotidianidad más inmediata, en este caso de Zaraza y su devenir en los llanos del Guárico oriental.

Las precisiones históricas formuladas, permiten afirmar que Zaraza. Biografía de un Pueblo, es la obra de mayor valor historiográfico escrita sobre esta pujante población guariqueña hasta la primera mitad del siglo XX, representando un legado de gran significación, que en primer lugar, ha generado una deuda no saldada que tienen las instituciones y los líderes de este pueblo con su autor. Quienes a la fecha no han honrado con su nombre, a una avenida, una calle, una institución educativa o cultural, una biblioteca. En ese sentido, es necesario que en este Primer Encuentro de Geohistoria de Zaraza 2009, se acuerde hacerle el merecido reconocimiento que el autor merece, aprobando que las autoridades e instituciones responsables de organizar este importante Evento, se comprometan a reeditar esta singular obra, a seis décadas de su primera publicación, para honra del gentilicio zaraceño, y de las futuras generaciones. Que como señale antes, a 60 años de su publicación, no se ha escrito una nueva obra sobre Zaraza, de su talla y dimensión.

Finalmente, culmino mi intervención con el texto de una postal que en año 1903 le dedica a la señorita zaraceña Isabel Delgado, el escritor y farmaceuta Víctor Manuel Ovalles, la cual fue publicada en el periódico EL UNARE de Zaraza el 26 de noviembre de 1906, la misma dice así:“Cuando el fin de los desengaños invada al corazón del hombre y las ilusiones abandonen la posesión del alma, id a Zaraza, a la Sultana del Unare, que allí encontrareis en sus hermosas y espirituales mujeres, el fuego en la lumbre de sus ojos; y el ideal en su gracia y sus encantos, y os harán apacible la vida en un hogar embellecido por la práctica de todas las virtudes”

REFERENCIAS

  • BLOCH, Marc. (1986): Apología de la Historia o el Oficio del Historiador. Caracas-Barquisimeto: Fondo Editorial Lola de Fuenmayor / Buría.
  • BRITO FIGUEROA, Federico. (1986): La Comprensión de la Historia en Marc Bloch. Caracas / Barquisimeto / La Victoria: Fondo Editorial Buría.
  • DE ARMAS CHITTY, José Antonio. (1979): Historia del Guárico, 1532-1800. San Juan de los Morros: Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos.
  • DE ARMAS CHITTY, José Antonio. (1949): Zaraza. Biografía de un pueblo. Caracas: Universidad Central de Venezuela, Facultad de Filosofía y Letras, Departamento de Investigaciones Históricas, e Instituto de Antropología y Geografía. Caracas: Editorial Ávila Gráfica.
  • DÍAZ SEIJAS, Pedro. (1990): Crónicas del Guárico. Caracas: Biblioteca de Temas y Autores Guariqueños. Talleres Tipográficos de Miguel Ángel García e Hijo.
  • HERNÁNDEZ G. Felipe. (2009): A 30 Años de la Publicación de la Historia del Guárico de J. A. De Armas Chitty. San Juan de los Morros: Universidad Rómulo Gallegos.
  • CELLUNERG.RODRÍGUEZ, Adolfo. ((2008): Mural de los Pueblos del Guárico. 41. San Juan de los Morros: Asociación Civil Editorial Guárico. CENAL.